Qué importante es tener confianza en uno mismo y en los demás. Es fundamental trabajar en ella para poder reforzarla, generar un sentimiento de equipo y transmitirlo a trabajadores, compañeros y clientes. La confianza va íntimamente ligada a la seguridad, el bienestar y a una correcta gestión de las emociones.
En el ámbito laboral, un trabajador que confía en si mismo y que transmite confianza a las personas de su entorno es capaz de actuar con mayor diligencia, ser más productivo y aportar tranquilidad a un cliente que desea ponerse en manos de alguien profesional, que le entienda, que se anticipe a sus necesidades y que sea capaz de brindarle la mejor experiencia.
Pero, no todos los profesionales vienen con el mismo nivel de confianza en sí mismos y en los demás. Pueden haberse visto afectados por distintas situaciones, que han terminado por menguarla. Como líder, tu labor será detectarlo, entender a tus trabajadores y tratar de impulsar su autoestima y confianza a todos los niveles. Para ayudarte a lograrlo, hoy compartimos contigo algunas técnicas para trabajar en ello.
La confianza de tus empleados: Cómo trabajar en ella para impulsar su productividad y la rentabilidad de tu negocio
Un empleado con una confianza bien trabajada es:
- Un buen vendedor. Sabe lo que está ofreciendo, tiene claros sus conocimientos y confía en los efectos del producto o servicio.
- Un profesional que transmite confianza y tranquilidad al cliente. Cuando un cliente se pone en manos de un experto espera que domine las técnicas y lo haga sentir relajado, sabiendo que obtendrá los efectos que desea.
- Un buen compañero. No compite, colabora. Esta seguro de sus habilidades, comparte conocimientos y sabe que todo lo que se hace en tu negocio es por el bien de tus clientes, de la reputación de tu marca y por supuesto, de tus objetivos. Un equipo que trabaja en sus relaciones de confianza, avanza unido y fuerte.
- Un trabajador comprometido y productivo. Si está seguro de sus habilidades y capacidades, le gusta aprender y formarse y además, confía en ti y en tu criterio, dominará a la perfección su trabajo diario. Esto afectará a su rendimiento, a su nivel de productividad y a su compromiso con tus objetivos y con el éxito de tu negocio.
Claves para trabajar en la confianza de tus empleados
- Imparte formación especializada.
Más conocimientos sólidos, mayor confianza en uno mismo. Aunque un empleado venga bien formado y con una buena trayectoria, es importante que reciba formación extra en tu centro. Puedes impartirla tú como experto, o bien, contratar a un formador especializado en el uso de determinada aparatología, en el dominio de determinadas técnicas e incluso, en la utilización y venta de productos. - Practica técnicas de atención al cliente y venta tanto como lo necesiten.
Este es uno de los puntos que más suele afectar a la confianza de los profesionales de belleza. A muchos, la habilidad de tratar al cliente y de vender, les sale natural; a otros, les da reparo realizar recomendaciones o tratar directamente con el cliente, porque sienten que no saben lo suficiente o que no son buenos vendedores. La información, el entrenamiento y la pasión son imprescindibles para alentar su confianza. - Ofréceles los medios técnicos necesarios para desempeñar correctamente su trabajo.
Y con ello, no solo nos referimos a los dispositivos electrónicos necesarios, sino también a un completo ecosistema digital, especializado en el sector de la belleza y el bienestar. La tecnología puede ser la mejor aliada de tus trabajadores. Éste les servirá de apoyo durante su trato con los clientes. Ya sea en cabina o en recepción. Poder acceder a su información y a su historial en pocos clics, desde su móvil, tablet u ordenador, les permitirá anticiparse a sus necesidades y a personalizar al máximo su experiencia. - Evita comparaciones y ayúdales a encontrar su esencia.
Algo que socaba la confianza de cualquier profesional es compararse. A través de las redes sociales, con la competencia o con otros compañeros. Para evitar que esto suceda entre tus empleados, deberás realizar una labor de pedagogía basada en resaltar las virtudes y habilidades propias de cada profesional, haciendo hincapié en aquello que los hace diferentes, únicos y especiales. ¡Ayúdales a reforzar sus puntos fuertes y a trabajar en sus puntos débiles! - Fomenta la colaboración y el apoyo entre compañeros.
A parte de evitar las comparaciones, deberás alentar a tus empleados a colaborar, a aprender unos de otros y a ayudarse cada día. De las colaboraciones y sinergias, nacidas de la confianza con los compañeros pueden nacer vínculos estrechos, personas más felices y un grupo de profesionales que trabaja con un compromiso común. - Hazlos sentir parte de tu éxito: escucha sus ideas y sugerencias.
Otro de los puntos fundamentales para alentar a tus empleados y aumentar su confianza es animarles a participar, aportando nuevas ideas. Si las tienes en cuenta, volcarán todo su interés y su pasión, se implicarán más y se sentirán apreciados y útiles; más allá de su labor como empleados. - Reúnete con ellos a menudo para realizarles un seguimiento y saber cómo se sienten con los cambios realizados en su rutina.
Pasadas unas semanas o meses tras empezar a poner en marcha estas ideas, podrás tener reuniones con ellos, saber cómo llevan los cambios y si estos les han mejorado su bienestar, su confianza en si mismos y en sus compañeros, e incluso, si están ilusionados.
Recuerda: un profesional que confía en sí mismo y trabaja motivado, es más productivo y está más comprometido con los objetivos de tu negocio. Sabe cuáles son sus habilidades y se esfuerza cada día para sacarles el máximo partido para ofrecer la mejor experiencia a los clientes y ayudarte a conquistar todos tus retos.
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